Irinaaa, Irinaaa

Esta NO es una columna política. Al fin y al cabo, como dijo su parejo Boric, Mrs. Karamanos tiene derecho como cualquiera a dar sus opiniones. Ni siquiera voy a referirme a su asertiva afirmación de que el Rechazo ganó por la campaña del terror que nosotros, los ultraderechistas fascistoides, habríamos sembrado. Eso ni siquiera merece comentarios, pues indicaría que un 62% de los chilenos son estúpidos.

Pero la combinación de risa con llanto que me dieron sus expresiones cantinflescas amerita un análisis filológico – lingüístico – filosófico – arqueológico, como ella diría. Vamos por partes, y me basaré para ello en un audio que ha recorrido extensamente nuestra comarca.

Comenzó su charla diciendo, en vez de “reunirnos” … “juntar nuestros cuerpos”. Buena cosa: de ahora en adelante, supongo que las reuniones de trabajo serían… “juntas de cuerpos con cometido”, aunque más de algún chistoso le daría una connotación erótico sentimental a las mismas.

Luego prosiguió con un rotundo “habernos afectadas y afectades”.  O sea, no bastaba con decir “afectadas y afectados”, de por sí innecesario. Imagino que el solo uso de la “o” sería una señal de machismo. Hubo que transformarlo en una “e” para que no quedara duda alguna. El siguiente paso sería “afectades y afectades” para que todo quede zanjado y prístino.

Luego, nos endilga que “la apuesta de los feminismos transformadores tiene incluso una aspiración de transformación civilizatoria…”, ni más ni menos, fíjese usted. Ci-vi-li-za-to-ria. Ya no será antes y después de Cristo, sino antes y después de Karamanos. El snobismo y la pomposidad hechas mujer.

Por último: “la contraposición capital – vida implica que luchemos por la sostenibilidad de la vida y eso requiere de… una apuesta interseccional de dejar de compartimentar la lógica de los ministerios… esa capacidad de la lógica feminista de hacer lecturas interseccionales…” Dejando de lado la prosaica mención de los ministerios que no venía al caso, y el abuso de redundancias en el lenguaje, … la palabra “interseccional” tiene su historia, no crea usted.

Cito: “Kimberle Crenshaw, una de las juristas pertenecientes al movimiento de afroamericanas, introdujo el término interseccionalidad para fines de políticas sociales, por ejemplo, para identificar las dificultades especiales que tienen precisamente las mujeres negras y pobres. El problema con el término de la interseccionalidad para Stolcke, es que falta trabajo etnográfico para sustentar dicho término y aunque hoy es la última moda en la teorización feminista, no existen suficientes fuentes que le den cuerpo.”… ni tampoco cuerpa.

O sea, Karamanos nos está endilgando la última moda de la teorización feminista. Irina: desnudaré tus malévolas intenciones. La teoría de los niveles de lenguaje fue establecida por Bertrand Russell, que estableció que «cada lenguaje tiene una estructura propia respecto a la cual nada puede enunciarse en el propio lenguaje; pero puede haber otro lenguaje que trate de la estructura del primer lenguaje, no habiendo límites en esta jerarquía de lenguajes. Para hablar acerca de la verdad en un lenguaje, y no generar contradicciones, es necesario hacerlo desde un lenguaje distinto, con mayor poder expresivo: el metalenguaje”. ​¿Cachai? Irina nos habla desde un metalenguaje.

Ojo piojo, no tengo absolutamente nada en contra del feminismo, entendido como la imperiosa necesidad de que las mujeres adquieran los mismos derechos de los varones. Pero por favorcito, Irinaaa, no nos castigues con tus metalenguajes, que por lo demás, le hacen daño a la causa de un sano y necesario feminismo.