Lamento mucho que se me haya pasado bajo el radar en 2018 el docudrama “El Pepe, una vida suprema” del afamado documentalista Emir Kusturica (ambos en la foto, gran química mutua). Este gira en torno a la vida del expresidente de Uruguay y exguerrillero José «Pepe» Mujica, y su legado pues termina con la entrega del mando a su sucesor.
No tengo empacho alguno, antes de describir la nociones y emociones que me dejo el magistral e imperdible documental, en transcribir aquí un largo extracto de Wikipedia. Quiero, casi digo necesito, que todo lector de esta columna se familiarice con esta vida, a mi juicio ejemplar. Si lo conoce sáltelo:
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José Alberto Mujica Cordano (20 de mayo de 1935 – 13 de mayo de 2025) fue un político y floricultor uruguayo, presidente de Uruguay desde 2010 hasta 2015. Fue líder del Frente Amplio. Integró en los años sesenta el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, por lo que estuvo prisionero entre 1972 y 1985 durante la dictadura uruguaya.
En 1989 fue elegido diputado y posteriormente senador por el Frente Amplio, para luego ocupar el cargo de ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca entre 2005 y 2008. Después de ocupar la Presidencia, fue elegido senador nuevamente, en las elecciones de 2014 y 2019.
Pepe Mujica fue descrito como «el jefe de Estado más humilde del mundo» debido a su austeridad y su donación de alrededor del 90 % de su salario mensual de doce mil dólares a organizaciones benéficas que favorecen a los pobres y pequeños empresarios. Crítico abierto del capitalismo en cuanto a acumular posesiones materiales que no contribuyen a la felicidad humana, fue elogiado por los medios y periodistas por sus filosofías. El Times Higher Education se refirió a él como el «presidente filósofo» en 2015.
Desde el 2005 hasta su muerte estuvo casado con Lucía Topolansky, dirigente histórica del Movimiento de Participación Popular y además vicepresidenta de Uruguay entre 2017 y 2020.
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Retomemos. Este docudrama es magistral e imperdible. Para mi gusto, debiera ser material obligado en todos los cursos de historia y/o filosofía, ya sea en enseñanza media o los primeros años de las universidades e institutos tecnológicos. No pretendo con esto hacer proselitismo de izquierda o socialdemocracia ni lavarle el seso a los estudiantes. Simplemente pretendo que reciban una visión alternativa a la que degluten a diario en todos los medios formales e informales, sobre todo en materia de ética y austeridad. Por cierto, algunas partes de su vida guerrillera armada más ruda se muestra aquí en pedazos del famoso documental de Costa Gavras, “Estado de Sitio” (otro imperdible).
Me fue difícil tomar notas para este texto: los eventos, ideas o frases notables se sucedían una tras otra, y debía parar la app de Netflix cada pocos minutos. Imposible no presentar aquí un retrato desordenado, una suerte de collage. Todo lo que él dijo va entrecomillado y no estoy haciendo spoiler, pues todos sabemos a grandes rasgos la trama de su vida y obra:
La persona.
- De brutal franqueza y candor humorístico. Con sonrisa pícara: “Padezco de la próstata como todo hombre mayor. Por eso me gustaría que en el celular se desarrolle una nueva aplicación: poder orinar en éste, para luego más tarde apretar una tecla y vaciarlo”
- Sus escenas tomando mate con Kusturica son geniales. Le demostraba como los primeros sorbos hay que escupirlos al suelo por ser muy fuertes, pero luego se reía de él porque no sorbeteaba los últimos restos de su plateada taza.
- Disfrutaba de su chacra de flores, enseñándole además a los escolares como hay que plantarlas. El día de la entrega del mando presidencial trabajó toda la mañana en ella, y luego se devolvió en su viejo VW para seguir trabajándola. Era parte integral de su ser.
- Kusturica “¿te arrepientes de algo?” Un escueto y tristón “no haber tenido hijos”.
- “Para que te guste el tango tienes que alguna vez haber sufrido una derrota”.
El amor de su vida.
- Se conocieron con Lucía en 1972, durante una “acción militar”. Sospecho que ella era tanto o más osada que él.
- Su amor mutuo se olía, veía y constataba en cada escena con ella.
- “¿Acaso no será siempre el amor un refugio?”.
- “Para cambiar el mundo es indispensable que tu pareja piense igual”
Filosofía política.
- “Se puede cambiar lo material pero sin cambio cultural no hay cambio”
- “Si te elige la mayoría, hay que vivir como la mayoría” (sospecho que la decisión de Boric de irse a vivir a San Miguel tiene algo que ver con la devoción que le profesa a Don Pepe, algo de lo poco que me une con nuestro Presidente)
- Marihuana (que legalizó): “hay que arrebatarle la marihuana al mercado y tratar la adicción como enfermedad pero ojo, si alguien va a venir a Uruguay a drogarse, no cuenta conmigo”.
- “Si Uruguay fuera un país más grande e influyente, todo el mundo diría que la socialdemocracia nació aquí”.
- Sobre los bancos (a los que les tiene escasa simpatía): “ganar dinero con el dinero de otros, en lugar de con el trabajo de otros, es la quintaescencia del capitalismo”.
- En su presidencia: “Creamos el Plan Juntos de construcciones urbanas gratuitas para indigentes. En esa época puse el 70% de mi sueldo ahí”.
- “En 9 años bajamos la pobreza de 39% a 11%, y la indigencia de 5% a 0,5%” (nota personal… logros similares a los de Chile… de 65% a 11% en 30 años, y de 12% a 3% la indigencia, pero la gran diferencia estriba en que nuestros políticos y líderes no vivieron ni yo viví con la austeridad de Don Pepe. El único con una austeridad escasamente similar, que yo sepa, fue el gran Don Pato)
Acción guerrillera y prisión. (Todas sus anécdotas con un mal disimulado orgullo y una sonrisilla satisfecha, no hay un ápice de arrepentimiento.)
- Visitando el Mall Punta Carretas conversando con la gente (que lo rodeaba adorándolo, no es pose) “ahí en esa parte estaba mi celda”. “Nos mezclaron con los presos comunes y los educamos”.
- “Logramos el escape de 106 personas de Punta Carretas. La fuga más masiva de la historia mundial.”
- “Fuimos los verdaderos inventores de la guerrilla urbana de esa época … made in Uruguay”.
- “Secuestrábamos para conseguir dinero”.
- “Nos tomamos toda la ciudad de Pando, y la manera de hacerlo fue con un falso cortejo fúnebre”.
- Uno de sus lugartenientes: “El hambre es atroz, pero la sed no se puede soportar. Llegamos a tomarnos la propia orina, la haces reposar y se le decantan las sales. Nos tenían de rehenes frente a la población, y ese era el término que usaban”.
- “Sin esos años de prisión yo no sería el mismo”.
Esa es la cosa. Nelson Mandela y Pepe Mujica son, que yo sepa, los únicos líderes mundiales que están en otro peldaño, y de rasgos similares. El lector podrá pensar “para que la veo si ya me contó lo esencial”. No señor, no señora, no jóvenes, lo esencial es la persona detrás de estas escasas frases (y muchas otras), la pobreza verdaderamente franciscana, la simpatía, la empatía, el liderazgo nato, y en eso Kusturica muestra al guerrillero-presidente Mujica de manera magistral. No se lo pierda.